En la calle Isabel La Católica, ubicada al norte de Quito, hay muchos restaurantes. Cada uno resalta por el tipo de comida que sirven. Noé tiene su particularidad también. La exquisita comida japonesa y fusión es un sinfín de experiencias, explosiones de sabor y colores vivos.
Al llegar la cordialidad de la anfitriona impresiona un poco. Alguien que pasa con tacos todo el día y parada no debería tener una sonrisa tan amplia. Es delgada y tiene el pelo rubio y un poco más debajo de los hombros “¿Mesa para cuántos?”, pregunta. Y te lleva a lo que será todo un paseo de sabores.
El primer olor que se distingue al llegar es el de la típica salsa de soya japonesa, que se diferencia con la china porque es un poco menos amarga. El olor es inexplicable, no es exactamente algo que se consume en la dieta ecuatoriana.
La mesa de madera donde nos traslada está en el centro del lugar. El mesero se acerca y dice “Buenas tardes. Mi nombre es Jorge”. El menú es una revista, y al abrirla los colores de las fotografías saltan a la vista: rojo, verde, blanco, naranja, amarillo.
Unas toallas calientes es la perfecta descripción del Japón. Están encima de unas cuencas de madera clara. Es una costumbre japonesa muy conocida. Se limpian las manos con estas. El olor es muy especial, huele a eucalipto.
El camarero regresa a tomar la orden. “¿Qué les sirvo?”, pregunta Jorge. “Me da un rollo California, pero por favor dígale al chef que me lo haga tempurizado, que consiste en, freír a base de una una ligera pasta de freir elaborada con huevo, agua fria y/o hielo y harina; un Filadelfia, un jugo de frutilla y una cola por favor”. “Enseguida” dice el mesero.
El rollo California es básicamente hecho con algas, arroz para sushi, pepino, vinagre blanco, surimi, queso crema, aguacate y miel de maíz o ázucar. Mientras que el Filadelfia Salmón,queso crema,cebollín,alga por afuera. Estos dos son dos de los rollos más tradicionales.
En la mesa de al lado, una pareja disfruta de la comida. El hombre está comiendo un teriyaki, que es una técnica de cocción japonesa que consiste en es una técnica de cocción de la cocina japonesa en la cual los alimentos son asados (al horno o a la parrilla) en un adobo de salsa dulce, de salmón, su esposa uno de res. “Es lo más rico que he comido aquí”, asegura Carlos Yánez, ejecutivo que siempre almuerza ahí con su esposa o con sus colegas.
Llegan los rollos a la mesa. El tempura del rollito california está en su punto. El rollo Filadelfia está muy suave y al morderlo es como que el arroz explotara en la boca.
La salsa de soya es el complemento perfecto para estos rollos, y el wasabi –un condimento japonés picante- en cantidades moderadas lo hace más especial todavía.
Al finalizar la comida los sabores continúan bailando en la boca, y uno siempre se queda con ganas de más.